Confieso mi ineptitud,
mi quietud,
mi vagancia
y hasta mi
extravagancia.
Por ello escribo estas
líneas para alarmaros
y alentaros,
dejad a un lado vuestro
ego y miraos
¿quiénes somos?
Somos libres,
somos hombres y
mujeres,
somos un ideal hecho
cuerpo,
somos el pueblo,
somos la rabia del
perro,
somos heridas forjadas
a hierro.
Y si no lo somos no
podremos exigir,
no podremos
identificarnos con una canción,
no podremos tener esa
sensación,
no podremos expresar
esa emoción,
no podremos ser una
nación,
no podremos actuar con
justicia y con honor,
valor, coraje y
corazón,
inteligencia, amor y
razón,
no podremos clamar a pecho REVOLUCIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario