Miradas anónimas en adoquines empapados,
empapados del suave masaje de la lluvia,
espejos del alma que son nubes entre claros,
cárceles de piel que evitan que el alma fluya.
Escondidos bajo arroyos de agua turbia
perecen nuestras voces en el fango,
corazones que bombean litros de hulla,
abrazos que por miedo nunca damos.
Bajo ese seudónimo de "humanos"
danzamos al son de la angustia,
mientras recuerdo los días de antaño,
echando de menos esa mirada tuya...
empapados del suave masaje de la lluvia,
espejos del alma que son nubes entre claros,
cárceles de piel que evitan que el alma fluya.
Escondidos bajo arroyos de agua turbia
perecen nuestras voces en el fango,
corazones que bombean litros de hulla,
abrazos que por miedo nunca damos.
Bajo ese seudónimo de "humanos"
danzamos al son de la angustia,
mientras recuerdo los días de antaño,
echando de menos esa mirada tuya...