Dulce aroma de jazmín del que impregné
mis alas para alzar juntos la vista y el vuelo,
hoy recuerdo las cálidas primaveras del ayer:
aquellos infantiles juegos derivaban en besos.
Mis versos necesitan de tu voz, de tu silencio,
de las nubes que en tus bellos ojos proyecté
para huir de un mundo bélico y necio
volando juntos hacia un nuevo amanecer.