lunes, 14 de julio de 2014

EL PESCADOR

ACTO 1º - PRESENTACIÓN


Un beso del mar roza la cálida arena;
la abraza impetuosa en un gélido adiós,
vuelve a las frías aguas de su colmena
llorando por no volver a ver a su amor.

Plumas de charrán que sobre la playa vuelan,
nadan en el aire, cruzan las flechas del Sol,
cantando a los cuatro vientos sus penas,
capuchas negras que acompañan su dolor.

Surca los mares una barca pesquera,
tejida de roble desde proa a babor,
sobre el casco, firme como una vela
se erige la figura del supuesto pescador.

Mirada perdida, descuidada melena,
a todos cuenta su carta de presentación:
“Soy un viejo pescador de sirenas,
Soledad es mi amante; Tristeza es mi labor.”

ACTO 2º - LA PESCA


Mañana de Lunas, mañana de faenas,
el Pescador se equipa de su botella de ron,
paciencia y esperanza son compañeras,
un ser mítico y peligroso, su devoción.

Bandadas de peces en su mar le enajenan,
curtido a golpes de mentiras y traición.
“No hay peces que valgan la pena,
un buen hombre necesita algo mejor.”

Una oscura noche, esas de Luna llena,
una de las arácnidas sedas se movió,
de la bodega, entre sacos de avena,
el Pescador sacó su botella de licor.

Ondeando al viento su vetusta cabellera,
las redes con firme delicadeza recogió.
Tenía su preciado botín, su hermosa sirena,
la mujer de sus sueños; su ansiado amor.

ACTO º3 – DIÁLOGO


“Hermoso caballero de la amarga pena,
comandante de los rayos del Sol,
me presento; soy la dulce Andrea
y en esta noche he tropezado con vos.”

“Andrea, la más hermosa de las reinas
hija predilecta del viejo Tritón,
quisiera poder acariciar su melena
y pasar la eternidad oyendo su voz.”

“El mar es mi hogar, mi despensa,
mi casa, mi tumba y mi colchón,
si me llevas, que sea con cadenas,
pues nunca gozarás de mi perdón.”

Lágrimas de sal para la cena,
litros de alcohol para aliviar el ardor.
“Sed libre, volved con las sirenas,
¿acaso no es eso un acto de amor?”


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